jueves, 28 de noviembre de 2013

CONTINUACIÓN DEL QI GONG FEMENINO

Por: María José Diago


NUTRIR EL ÚTERO

Quitar la posición anterior y ponerse de rodillas, inclinarse hacia delante, poner el dorso de la mano izquierda, sobre la palma de la mano derecha, se hace una inspiración profunda, imaginando que el aire desciende hacia Dan Tian, después pronunciar 3 veces el sonido POU, y sentirlo vibrando en el Dan Tian, al mismo tiempo sentir que la bola de energía desciende hacia el útero, la energía y la sangre se reparte en el útero para nutrirlo, hay que sentir el calor en el útero.


NUTRIR LOS RIÑONES Y FORTALECER EL YANG

Inclinarse lentamente y poner las nalgas sobre los talones, la mano forma un mudra: índice y medio pegados, juntos uno al otro, anular y meñique doblados hacia la palma, las manos con esta posición, (es el mudra de la sumisión y humildad flexionando meñique y anular y el resto dedos extendidos) se van hacia el TAE MO, recogiendo con las manos en la posición mudrica la región lumbar y contactado a nivel de Ming Meng (residencia del Jing Qi). Estar en Ming Meng durante unos minutos, después desplegar los dedos y masajear la zona lumbar, con la palma de la mano, para obtener una sensación de calor a este nivel, luego se siente que todo el Yang se difunde por todo el cuerpo.


CAPTAR LA ENERGÍA DEL UNIVERSO EN EL ÚTERO Y HACER SALIR LA MALA ENERGÍA

Hacer girar las manos, de la región lumbar hacia el Dan Tian, siguiendo el meridiano de la cintura Tae Mo, girar la palma de la izquierda hacia el cielo, poner el dorso de la mano derecha sobre la palma de la mano izquierda, poner el pulgar y el medio de la mano derecha, en oposición al fin de formar un circulo encima de la palma. Sentarse sobre la pierna derecha, y poner la pierna izquierda cruzada sobre la otra encima; inspirar fuertemente para captar la energía del universo, imaginar que el aire desciende al Dan Tian, el vientre se hincha, retener la respiración algunos segundos, imaginando que desciende al útero que se hincha como un balón, expirar deshinchando el vientre, y pronunciar el sonido POU 3 veces para hacer salir la energía malvada del útero. Recomenzar de nuevo invirtiendo la posición de las piernas.


EMITIR LA ENERGÍA POR SANZHONG 17 RM

Estirar las piernas por delante del cuerpo, de manera que las plantas de los pies se toquen cara a cara, cerrar los puños delante del Dan Tian, y hacerlas subir suavemente al 17 RM, al mismo tiempo que la energía que ellas contienen; inspirar calmadamente durante esta ascensión, cuando los puños llegan al Sanzhong abrir las manos y poner las palmas mirando al cielo. Simultáneamente, abrir los ojos y pronunciar el sonido POU, emitir la energía a partir de Sanzhong.


MASAJE DEL CUERPO PARA HACER CIRCULAR LA ENERGIA

Poner las manos sobre la cabeza

Masajear la cabeza

Masajear la cara

Masajear el pecho

Masajear el abdomen

Masajear los miembros inferiores

Sentir la energía difundirse por todo el cuerpo.


CALMAR EL ESPÍRITU Y SENTIR LA ENERGIA DEL UNIVERSO DESCENDER AL CUERPO

Acostarse sobre la espalda, las plantas de los pies contactan, cerrar los ojos, calmar el espíritu y sentir como una lluvia de energía ducha el cuerpo, que se nutre de esta energía del universo.


HACER LA UNIDAD EN UNO MISMO

Se endereza y se pone en la posición, con la pierna derecha delante de la pierna izquierda, sentado, se frotan las manos y se hace masaje en la cara, para armonizar el corazón y calmar el espíritu. Llevar la energía al Dan Tian y masajearlo algunos instantes, después poner la mano izquierda delante del Dan Tian, con la palma mirando hacia el cielo. Poner el dorso de la mano derecha, sobre la palma de la mano izquierda, dedos ligeramente doblados, salvo el índice que apunta al cielo. La cabeza inclinada hacia delante, ojos cerrados, como si miraran el interior, y se fijara en el índice derecho, sentirse en calma. Inspirar calmadamente, después expirar suavemente y largamente pronunciando el sonido YI el mayor tiempo posible, Yi es uno 1, en chino, así se instala la unidad en uno mismo, quedarse algunos instantes con calma en el interior.







martes, 12 de noviembre de 2013

LA SERPIENTE Y LA SEXUALIDAD

Por Judith Guillen

     
Al indagar sobre la relación simbólica entre la serpiente y la mujer lo primero que llega a mi mente es la historia relatada en el Génesis de la Biblia. Al leerlo nuevamente surgen en mí las siguientes preguntas Si Dios se expresa en la bondad y las bendiciones¿Cómo es posible que Dios proclamara una maldición a la serpiente?  ¿Que puede significar la serpiente? ¿ Por qué  su primera reacción va dirigida al animal y no a Eva y a Adán?
     La serpiente es un animal temido y rechazado con mucha frecuencia por los seres humanos, en especial  por las mujeres y muchas veces si se quiere insultar a la mujer se asocia con una víbora, ¿De donde viene esta idea?
  Una publicación por internet aborda este tema , en ella se vincula a la serpiente con la sexualidad y la mujer en este pasaje de la Biblia. Recordemos que este libro sagrado se escribió muchos años después de la muerte y resurrección de Jesús. En la transcripción la historia contada puede variar de acuerdo a las circunstancias que se vivían en la época, en la publicación plantea la posible influencia de la cultura patriarcal del momento en el relato de la historia. 
A continuación lo comparto:

CUERPO DE MUJER, CAMPO DE BATALLA por Lily Wolfensberger Scherz

"¿Cómo funciona en Genesis 3 el poder de la palabra? En el jardín del Edén la serpiente convence a Eva de comer el fruto del árbol prohibido,  del árbol de la sabiduría. La serpiente seduce a Eva dándole esperanzas que así se podrá ganar la sabiduría divina y comprender el mal y el bien. Eva, siendo una criatura curiosa por naturaleza y por ser mujer inteligente y exuberante, con el deseo de aprender y compartir el conocimiento, come del fruto y lo comparte con Adán. Instantáneamente se hacen conscientes y los dos se percatan de su sexualidad. Dios quiere conocer la causa por la cual se transgredió su ley. Adán le echa la culpa a Eva y ésta culpa a la serpiente. Entonces Dios maldice a la serpiente:”…serás maldita como ninguna otra bestia doméstica o salvaje. Sobre tu vientre caminarás y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje; este te aplastará la cabeza y tú le aplastarás el calcañar” (Génesis 3;14-15). Después dijo a la mujer: “Multiplicaré tus dolores y tus preñeces; con dolor darás hijos a luz; te sentirás atraída por tu marido pero él te dominara.” (Génesis 3,16). Adán fue castigado con trabajo pesado y penumbroso. Antes que ellos tuvieran oportunidad de comer del árbol de la vida y alcanzar la vida eterna como los Dioses, fueron expulsados del paraíso.
La caída de la humanidad ocurre en una corta secuencia de párrafos, pero éstas pocas líneas impresas han causado más literatura y obras de arte que cualquier otra parte de la Biblia o texto literario de la antigüedad. Es muy interesante observar con más detalle a los dos protagonistas de la maldad:  la serpiente y Eva. La serpiente es presentada al inicio del capítulo 3 del Génesis: “La serpiente, que era el más astuto de todos los animales del campo que Yahvé Dios había hecho… (Génesis 3,1). Las interesantes explicaciones de Knight y de Gimbutas acerca del simbolismo de la serpiente vienen muy al caso: la serpiente es un símbolo prehistórico cargado de múltiples capas de significado y mucha ambigüedad. El poder venenoso de la serpiente es más temido y admirado que el de cualquier otro animal venenoso. Durante el acto de creación en Génesis 1, 20,24,25, el dios hebreo del Antigüo Testamento se refiere a la serpiente tres veces: “criatura arrastrándose”, “criaturas y bestias arrastrándose”, “toda criatura que se arrastra”. ¿Por qué  tiene la serpiente tanta importancia para Dios durante el acto de creación? ¿Por qué se preocupó Yahvé tanto por la serpiente? La característica de la serpiente de poder mudar la piel se entendió entonces como la renovación constante de la vida y se creía que tenía por eso vida perpetua: estaba integrada al flujo de la inmortalidad. También se sabe que el veneno de la serpiente se usaba para fines psicodélicos durante la celebración de ritos religiosos pre-patriarcales: tenía significado espiritual. También es importante recordar que la serpiente se relacionaba desde los tiempos paleolíticos con el falo y la sexualidad de la mujer. ¿Quiere dios destruir ese símbolo de la inmortalidad y disociar el símbolo del falo de la serpiente?
  Yahvé, antes de todo, humilla a la serpiente: “…serás maldita como ninguna otra bestia doméstica o salvaje. Sobre tu vientre caminarás y polvo comerás todos los días de tu vida.” El Dios judeocristiano pone tanto énfasis en la humillación de la serpiente porque él está consciente de la relación espiritual y sexual entre Eva y la serpiente, o sea entre la mujer y su relación ancestral con la serpiente y su simbología. La serpiente es muy venerada. Pero esa veneración tiene un significado aún más especial para la mujer. Desde tiempos primordiales, a la serpiente se le fue dando múltiples significados culturales. La mujer en especial enriqueció el símbolo de la serpiente con atributos de la fertilidad, gestación y vida: su sexualidad. Gran parte de la autoestima y la seguridad espiritual de la mujer esta conectada con el símbolo de la serpiente. Dios lo sabe y por eso humilla a la serpiente con tanta ira. En otras palabras el Dios patriarcal está en realidad humillando la espiritualidad y la sexualidad de la mujer. ¿Quiere Yahvé segregar el concepto del falo de la serpiente?
Yahvé sigue: “ Y pondré enemistad entre ti y la mujer…”. El nuevo Dios patriarcal necesita acabar con la espiritualidad y la sexualidad de la mujer para someterla a la religión explotadora. Por eso le es tan importante poner enemistad entre la mujer y la serpiente. Como Knight ha puesto en evidencia, la mujer y la serpiente disfrutaban de una relación metonímica en las sociedades prepatriarcales. La serpiente era parte integral de la simbología que la mujer creó en torno a su poder creativo. Dios no podía tolerar la competencia de una simbología tan poderosa. Esa cultura que le dio tanta seguridad y orgullo a la mujer y que la respaldó al ocupar su propio espacio en el hogar y en la comunidad no podía continuar. Ese espacio socio cultural que la comunidad respetaba debido a la exitosa introducción de la ovulación sincronizada tenía que destruirse. La serpiente es el símbolo que incesantemente recordaba a la mujer y a la comunidad la íntima interrelación de los múltiples y profundos significados espirituales y sexuales. La destrucción de esa unión era importante para crear la nueva base religiosa y legal necesaria para domar y explotar a la mujer. Era muy importante separar el poder espiritual y psicológico de la serpiente, del poder creativo y productivo femenino para realizar su total sumisión. Una mujer espiritual y sexual segura de si misma hubiera sido difícil de someter, razón suficiente para imponer la humillación de la serpiente y la división entre ella y la mujer al inicio de la Biblia.
“... y entre tu linaje y su linaje, este te aplastará la cabeza, y tu le aplastarás el calcañar.” ¿Cuál es el linaje de la serpiente? El linaje de la serpiente es el matriarcado, el linaje del poder femenino. ¿Cuál es el linaje de Eva? Eva ya no tiene linaje propio después de la sumisión al patriarcado: su marido determina la genealogía que se originó con Adán. Y ese linaje aplastó la cabeza, o sea, el poder ejecutivo del linaje matriarcal. Realmente el Dios judeocristiano le aplastó al matriarcado la cabeza al pronunciar estas palabras y al formular las leyes patriarcales. ¿Cómo podría la serpiente “aplastar el calcañar” al linaje del patriarcado? La debilidad del nuevo orden está en el cuerpo humano y en sus emociones: en la sexualidad. Están profundamente ancladas en el subconsciente y por eso son más difíciles de controlar. La serpiente ahí sigue viva. Quizás esté en estado de hibernación y solamente esté esperando su momento para entrar en acción."
Para más información:

jueves, 7 de noviembre de 2013

Los Misterios de la Sexualidad Femenina

Por Maret


Algunas ideas que vinieron después de leer éste artículo.
      A lo largo de la historia la especie femenina a conseguido a través de la lucha por la igualdad diferentes “libertades” como el derecho al voto, derecho al trabajo, derecho al aborto, “la píldora” etc. Los resultados: más esclavitud que nunca. Hoy en día la Diosa Ciencia busca los secretos de la sexualidad femenina.
     ¡Ojo! Nos han violado durante de los muchos siglos. Nuestra consciencia, subconsciencia, la memoria ancestral y la mente de cada día está marcado por el miedo de padecer al violencia activa o pasivo en sus diversas formas en todas partes del mundo.
      Este articulo nos permite contemplar un poco por donde anda la ciencia investigando la sexualidad femenina. Da la sensación que “la violación”  u otro tipo de violencia sexual muy pronto nos van a vender algo QUE NOS GUSTA, algo que pedimos y necesitamos.
      Muchos investigadoras ya son mujeres. ¿Será  posible que nosotras mismas vamos a decir “nos gusta la violencia sexual, la disfrutamos”. Estamos  perdidas…
Además…. la voz de América del Norte tiene mucho peso.

with best wishes
Maret



Los Misterios de la Sexualidad Femenina
La gran pregunta que nunca ha sido respondida y que yo tampoco he sido capaz de responder, a pesar de más de 30 años de investigación del alma femenina, es: ¿qué quiere la mujer?
-Sigmund Freud a una discípula

Este artículo del New York Times es muy bueno en su totalidad y describe el trabajo que están haciendo un puñado de mujeres investigadoras intentando entender la pregunta del millón: qué quieren las mujeres. Yo me voy a centrar en dos de ellas-que están resumidas en este otro artículo más breve- porque abordan unos puntos oscuros muy interesantes de la sexualidad femenina, para los que, de momento, nadie tiene una explicación. Primero vamos a ver cuáles son esos dos fenómenos, o problemas, que esperan una respuesta.


Meredith Chivers

Empezamos describiendo un experimento de Meredith Chivers. Se mostraron a hombres y mujeres- homo y heterosexuales- una serie de películas donde había actividad sexual chico-chica, chico-chico, chica-chica, un hombre masturbándose, una mujer masturbándose, una chica haciendo ejercicios de Calistenia, un hombre cachas paseando por la playa y...bonobos teniendo relaciones sexuales. Los investigadores medían la respuesta de excitación ante estas películas de dos maneras: objetiva y subjetiva. En cuanto a la medida objetiva, los sujetos estaban sentados a una silla y en los hombres se utilizaba pletismografía peneana para ver el aumento del diámetro del pene, y en la mujer fotopletismografía  vaginal, que mide el aumento de vasocongestión en el epitelio vaginal. Se les daba también un instrumento en el que podían marcar lo excitados que ellos se sentían subjetivamente.

Los hombres respondían de una manera que Chivers llama específica de categoría. Es decir los hombrres heterosexuales se excitaban subjetiva y objetivamente al ver escenas heterosexuales y entre lesbianas y al ver a mujeres masturbarse o ejercitarse. Los hombres homosexuales al ver escenas homosexuales y el resto de escenas según su preferencia sexual. Ni los homo ni los heterosexuales respondieron al sexo entre bonobos. Las puntuaciones objetivas y subjetivas concordaban perfectamente. Es decir, en los hombres sus mentes y sus genitales están de acuerdo.

Pero, qué pasa en las mujeres? Pues la cosa es totalmente diferente. A pesar de que las mujeres se declararan homo o heterosexuales mostraban todas ellas una fuerte respuesta genital con todo tipo de escenas, fueran hombres con hombres, hombres con mujeres o mujeres con mujeres. Respondieron mucho más a la mujer haciendo ejercicios de estiramiento que al hombre desnudo paseando y su flujo sanguíneo aumentó claramente (aunque menos que con el sexo humano) al ver las escenas sexuales entre bonobos. Además, en el caso de las mujeres -sobre todo las heterosexuales- la mente y los genitales parecían no pertenecer a la misma persona, no había concordancia entre lo que ellas decían subjetivamente y lo que marcaba el fotopletismógrafo. Durante las escenas de lesbianas las mujeres decían que no se habían excitado pero sus vaginas indicaban lo contrario. Viendo sexo entre hombres homosexuales informaron también de menos excitación que la real y viendo relaciones heterosexuales informaron de mucha más. Entre las voluntarias lesbianas las dos lecturas convergían cuando las escenas eran entre mujeres, pero cuando había solo hombres en pantalla las lesbianas decían que sentían menos excitación de la que marcaba el aparato. Subjetivamente tanto las mujeres homo o heterosexuales decían que no había excitación y ya hemos comentado que sí la había.

Hay que decir que estos experimentos se han replicado muchas veces. También es interesante hacer notar que en uno de ellos participaron transexuales de hombre a mujer y respondieron como hombres, es decir, de forma específica a su categoría y no de forma indiscriminada o general, como las mujeres. Hay una discordancia entre lo que dice el cuerpo y lo que dice la mente de las mujeres. Pero antes de pasar a las posibles explicaciones vamos a ver el segundo hecho misterioso de la sexualidad femenina (bueno, hay más, me refiero a los que vamos a tratar en este post :-)). En su experiencia como terapeuta de mujeres que habían sufrido asalto sexual y violación, Chivers se ha encontrado casos no solo de excitación sexual, sino incluso de orgasmo, y cómo las mujeres contaban estas respuestas físicas. Por otro lado, según otros estudios, entre un tercio y más de la mitad de las mujeres tienen fantasías sexuales (a menudo durante las relaciones sexuales) de violación, o de algo muy parecido: empleo de la fuerza sobre ellas, sometimiento en contra de su voluntad, intoxicación y cosas parecidas. Una de cada 10 mujeres fantasea una vez al mes con ser asaltada sexualmente.

¿Cómo puede querer alguien que le hagan algo en contra de su voluntad? ¿no es contradictorio? ¿Y si no quieren, cómo es que se excitan genitalmente? Chivers tiene una teoría evolucionista para explicarlo, que es la siguiente. Según ella, la sexualidad femenina está dividida en dos sistemas separados, aunque se solapen: el fisiológico y el subjetivo. El deseo está en el subjetivo, el cognitivo. La respuesta fisiológica no tiene que ver con el deseo. De otra manera, tendría que pensar que las mujeres quieren tener sexo con bonobos, dice Chivers en broma. Chivers, y otros sexólogos, han propuesto una hipótesis evolucionista, que diferencia entre Preparación(o Disposición ) Sexual Refleja, y Deseo. La lubricación genital es necesaria para reducir el dolor y la probabilidad de heridas en una relación sexual. En la historia evolucionista las mujeres han tenido que sufrir asaltos y aceptar relaciones sexuales de forma forzada, o también han tenido que intercambiar comida o favores por sexo cuando no había tampoco un verdadero deseo de relaciones sexuales. Las mujeres ancestrales que no mostraron una respuesta sexual vaginal automática ante estímulos sexuales experimentaron heridas que resultarían en enfermedades, infertilidad , o incluso la muerte, y por ello no pasaron esas características a su descendencia. Dicho de otra manera: las mujeres no se han podido permitir el lujo de tener lubricación genital cuando ellas querían tener relaciones con un macho de su elección. Deberían estar listas para lubricar ante determinadas pistas o claves en el entorno. No se sabe cuáles son las claves que disparan la respuesta fisiológica pero podrían ser cosas que el sexo humano y el de primates tienen en común, como las posturas sexuales, los movimientos durante la relación, o la visión del pene en erección.

Bueno, parece que podemos entender algo. Esta teoría nos puede explicar la respuesta fisiológica en caso de asalto sexual y los resultados de los estudios de Chivers. Parte de la respuesta sexual femenina está diseñada para la autoprotección en casos de abuso. Suena fuerte pero puede tener cierto sentido...Pero esta hipótesis no nos explica el problema de las fantasías sexuales con temas relacionados con la violación, porque en las fantasías sí estás excitado y hay verdadero deseo. Aquí entra el trabajo de otra investigadora, Marta Meana, que coincide en muchos puntos con el de Chivers. Plantean que hay un elemento receptivo, o reactivo, en la sexualidad femenina y que hay que contemplar la interacción de la pareja como un proceso complementario. Pero Meana enfatiza más que Chivers el rol de ser deseada -y del narcisismo- en el deseo de la mujer. Según Meana, la visión tradicional en la época de la píldora y de la liberación de la mujer era que la mujer estaba motivada desde dentro, que no dependía de la iniciación del otro, pero dice que los resultados  clínicos y de muchos experimentos cuestionan esta concepción. Meana cree que para las mujeres ser deseadas es el orgasmo. 

Una estudiante graduada de Meana realizó un experimento en el que estudiaban la atención visual de hombres y mujeres mientras veían unos videos eróticos. Los sujetos portaban unas gafas especiales que permiten seguir en qué parte de la escena que aparece en pantalla se están fijando realmente. Los hombres miraban mucho más a las mujeres, sus caras y sus cuerpos, que a los hombres. Las mujeres miraban igualmente a los dos sexos, sus ojos eran atraídos tanto por las caras de los hombres como por los cuerpos de las mujeres, las caras de deseo, de necesidad de los hombres y el encanto y arrobo sexual de las figuras femeninas. Meana ha tratado muchos casos de dispareunia y ha visto que las mujeres informan de menos dolor si hay más deseo. El problema es cómo  aumentar el deseo. Meana dice que , a pesar de que se diga lo contrario eso tiene poco que ver con tener una relación muy guay con muy buena comunicación.  Cuenta el caso de una pareja donde él colaboraba muy bien, preguntando: “¿así está bien?”, y cosas por el estilo, muy empático y demás pero sin ningún resultado. No había urgencia pop parte del hombre, un deseo fuera de su control. Según Meana, las mujeres quieren ser objeto de admiración erótica y necesidad sexual, las fantasías sexuales femeninas se centran en recibir placer, no en darlo, el deseo de la mujer, según ella, es menos relacional que el del hombre.



                                                                                  














                                                                             Marta Meana


Meana plantea que el deseo sexual femenino es menor que el del hombre y se necesita un estímulo mayor para encenderlo. Si a mí me gusta menos que a ti el pastel me tienes que poner un pastel superespecial para que me anime a comerlo. En una relación de las maravillosas el hombre pierde interés y se convierte en una rutina. La mujer no siente que es elegida. Meana plantea una fantasía en la que una mujer es inmovilizada contra la pared en un callejón y es asaltada sexualmente. El violador está tan desbordado por su deseo, por su atracción por esa mujer concreta, que no se puede contener, se salta todas las normas por ella; ella se siente el único objeto de su deseo y se siente electrificada. Meana se disculpa por el tono antifeminista de la fantasía. No se trata de plantear que las mujeres quieren que las violen, se trata de entender la parte de las fantasías de violación que es la que excita a las mujeres que las tienen. Meana dice que las mujeres quieren algo contradictorio, están ante una especie de dilema. Quieren cuidado, protección, atención, empatía y cariño, pero a la vez quieren ser lanzadas contra la pared sin que haya verdadero peligro. Quieren un troglodita comprensivo, todo a la vez. Dice Mena que si tuviera que pensar en alguien que encarnara todas esas cualidades y contradicciones a la vez sería Denzel Washington, que comunica a la vez esa clase de poder y que es un hombre bueno.

Resumiendo, en estas fantasías de sumisión la mujer está imaginando ser querida. Lo que le excita de la fantasía de “violación” no es que la mujer no quiere, sino que el hombre quiere. Es el deseo del  hombre lo que la excita; el deseo de la mujer procede, o se alimenta, del deseo del hombre. La sexualidad de la mujer sería más reactiva.


Por supuesto todo esto es muy discutible y polémico, especialmente la segunda parte que hemos comentado. Pero creo que la existencia de dos sistemas diferentes en la sexualidad femenina sí está apoyado por los datos de muchos experimentos y tiene aplicaciones prácticas. Por un lado para los hombres, para que no malinterpreten las situaciones. La vagina dice una cosa y el cerebro otra, pero es el cerebro el que importa. Por supuesto nadie tiene el derecho a violar la autonomía de una mujer sobre su cuerpo. Conviene señalar, como hace Chivers a sus estudiantes, que excitación genital no significa consentimiento. 

Pero también puede ser útil este conocimiento para las mujeres que han mostrado una respuesta genital en casos de sexo no consentido, que sepan que esa respuesta a la exposición de estímulos sexuales es automática y que ocurre tanto ante  estímulos deseados como ante los no deseados. Siempre existen sentimientos de culpa en todas estas experiencias traumáticas, y este tipo de respuesta fisiológica los puede incrementar. Puede ser reconfortante para la mujer reinterpretar esa respuesta fisiológica durante el asalto como una defensa, explicarles que su cuerpo se estaba autoprotegiendo.

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