Por: Manuel Contreras Domingo
No hay un «punto G»,
sino un conjunto de zonas
ABC / MADRID
Día
27/08/2014 - 01.52h
Un equipo de científicos italianos señala
que el aparato reproductor completo sería el causante del mayor placer
Es la región a la que más trabajo
cuesta llegar. La zona más difícil de encontrar. A medio camino entre si se
trata de mito o realidad, el punto G siempre ha sido uno de los temas de debate
sexual por excelencia. Su nacimiento data de 1950 cuando el ginecólogo
alemán Ernst Grafenberg propuso
su existencia. Ahora, investigadores italianos de la Universidad
Tor Vergata en Roma,
han elaborado un estudio donde explican que la idea de un solo punto erógeno es demasiado simplista y
sugieren otra alternativa.
El estudio, publicado en la
revista Nature,
sugiere que el causante de que la mujer experimente un
mayor placer sexual es el aparato reproductor al completo. Esto contrasta con las teorías expuestas en 1976, a
través del estudio sobre la sexualidad femenina «The Hite Report on Female Sexuality», que sugería que el punto G
podría localizarse en el clítoris, responsable de la mayoría de los orgasmos en
las mujeres.
«La conjunción del clítoris, la uretra
y la pared vaginal (CUV, lo
llaman) estimulados adecuadamente durante la penetración podría inducir la
respuesta orgásmica», dice Emmanuele
A. Jannini, profesor de la universidad y director del estudio. «Sabemos
que es algo mucho más complejo que un 'punto' fantasmagórico, aunque esto no
acabará con el debate».
Las
modernas técnicas de imagen, como las ecografías, han permitido a científicos y
ginecólogos ver lo que ocurre con las diferentes áreas del sistema reproductivo
durante la actividad sexual.
«La vagina es un tejido activo que debe
ser respetado. Su dinámica y sus estructuras sensibles hacen que sea algo más
complejo que un solo punto», apunta Jannini. «El conocimiento de su anatomía y
fisiología puede
ayudar a evitar daños en los genitales femeninos durante los procedimientos médicos y quirúrgicos».
Desde mi punto de vista, el bueno del
doctor Grafenberg hizo lo que pudo, teniendo en cuenta la época en que vivió y
el pensamiento imperante.
Ahora las
cosas hay que empezar a mirarlas de otra manera, en función de lo que se sabe
sobre el funcionamiento general del organismo.
Es cierto que
los genitales están dotados de una importante red nerviosa, pero también que
responden a estímulos hormonales, y que, en el cerebro, hormonas y
neurotransmisores actúan conjuntamente. Los sentimientos son también esenciales
para entender los cambios en los neurotransmisores y en las secreciones
hormonales.
Tal vez sea
algo limitante contemplar la excitación y los estímulos sexuales solo desde el
punto de vista genital.
Hay mujeres
que cuentan que han tenido orgasmos solamente mirando a su amante, e incluso,
solamente al pensar en él.
Probablemente
el punto G no existe. Pero probablemente hablar de la zona G es hablar de una
mujer desde los pies a la cabeza. Sus sentimientos, sus emociones, sus hormonas
sus neurotransmisores, responden como una sola función. Seria tiempo de
comenzar a mirarlo así a ver qué cosas nuevas se descubren."
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