jueves, 4 de septiembre de 2014

Sobre el Punto G

Por: Manuel Contreras Domingo

No hay un «punto G», sino un conjunto de zonas
ABC / MADRID

Día 27/08/2014 - 01.52h

Un equipo de científicos italianos señala que el aparato reproductor completo sería el causante del mayor placer

Es la región a la que más trabajo cuesta llegar. La zona más difícil de encontrar. A medio camino entre si se trata de mito o realidad, el punto G siempre ha sido uno de los temas de debate sexual por excelencia. Su nacimiento data de 1950 cuando el ginecólogo alemán Ernst Grafenberg propuso su existencia. Ahora, investigadores italianos de la Universidad Tor Vergata en Roma, han elaborado un estudio donde explican que la idea de un solo punto erógeno es demasiado simplista y sugieren otra alternativa.
El estudio, publicado en la revista Nature, sugiere que el causante de que la mujer experimente un mayor placer sexual es el aparato reproductor al completo. Esto contrasta con las teorías expuestas en 1976, a través del estudio sobre la sexualidad femenina «The Hite Report on Female Sexuality», que sugería que el punto G podría localizarse en el clítoris, responsable de la mayoría de los orgasmos en las mujeres.
«La conjunción del clítoris, la uretra y la pared vaginal (CUV, lo llaman) estimulados adecuadamente durante la penetración podría inducir la respuesta orgásmica», dice Emmanuele A. Jannini, profesor de la universidad y director del estudio. «Sabemos que es algo mucho más complejo que un 'punto' fantasmagórico, aunque esto no acabará con el debate».
Las modernas técnicas de imagen, como las ecografías, han permitido a científicos y ginecólogos ver lo que ocurre con las diferentes áreas del sistema reproductivo durante la actividad sexual.

«La vagina es un tejido activo que debe ser respetado. Su dinámica y sus estructuras sensibles hacen que sea algo más complejo que un solo punto», apunta Jannini. «El conocimiento de su anatomía y fisiología puede ayudar a evitar daños en los genitales femeninos durante los procedimientos médicos y quirúrgicos».

Desde mi punto de vista, el bueno del doctor Grafenberg hizo lo que pudo, teniendo en cuenta la época en que vivió y el pensamiento imperante.
Ahora las cosas hay que empezar a mirarlas de otra manera, en función de lo que se sabe sobre el funcionamiento general del organismo.
Es cierto que los genitales están dotados de una importante red nerviosa, pero también que responden a estímulos hormonales, y que, en el cerebro, hormonas y neurotransmisores actúan conjuntamente. Los sentimientos son también esenciales para entender los cambios en los neurotransmisores y en las secreciones hormonales.
Tal vez sea algo limitante contemplar la excitación y los estímulos sexuales solo desde el punto de vista genital.
Hay mujeres que cuentan que han tenido orgasmos solamente mirando a su amante, e incluso, solamente al pensar en él.
Probablemente el punto G no existe. Pero probablemente hablar de la zona G es hablar de una mujer desde los pies a la cabeza. Sus sentimientos, sus emociones, sus hormonas sus neurotransmisores, responden como una sola función. Seria tiempo de comenzar a mirarlo así a ver qué cosas nuevas se descubren."

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